¿Quién
tiene la culpa en una violación? El violador en el 100% de los casos, aunque a
veces parece que esto hace falta recordarlo. De ahí que cada vez que surge
algún caso especialmente mediático resucite en redes sociales un gráfico de
tarta -que tiene multitud de versiones en los últimos años y se puede encontrar
en distintos idiomas- que plantea la simpleza de esta respuesta: el único
responsable de una violación es el violador.
El informe
del Ministerio del Interior, con datos de 2013, señala que en España se
denunciaron 1.298 violaciones (una cada siete horas), aunque solo incluye
“agresiones con penetración”. Se estima que el número de casos es mayor.
En
España no es posible tener relaciones consentidas con un menor de 16 y ni el
alcohol o las drogas justifican el sexo no consentido ni es necesario que haya
penetración para que exista agresión sexual. También se dan violaciones dentro
de la pareja o en encuentros que en un principio se deseaban.
Carmen
Maura en el programa de Risto Mejide “El rincón de pensar” hizo una revelación
que ha pasado bastante desapercibida, a pesar de su importancia. La actriz
contó que, cuando tenía 30 años, fue víctima de una violación.
Carmen
Maura vivía en Madrid con sus hijos cuando, según explicó en el programa,
alguien llamó a la puerta y le dio un puñetazo. “Lo siguiente fue que recuperé
el conocimiento y tenía una pistola aquí (señalándose la sien). Y nada, todo lo
que conlleva eso, la violación”.
La
actriz, que ahora tiene 70 años, se extendió en cómo fue el trato de los
policías que la atendieron y el juicio a su agresor. “Lo peor fue todo lo que
vino después, porque él estaba haciendo el servicio militar y tuvimos un juicio
lleno de militares (...) Y como se enteraron de que era actriz, me hicieron
preguntas como ‘¿Y estás segura de que tú no querías hacerte conocida?”.
"No
sé por qué te estoy contando todo esto, pero te lo cuento", le dijo Carmen
Maura en la entrevista a Risto. Pero su testimonio es importante, y mucho. Es
una excepción en España y algo muy poco habitual en el mundo. De hecho, su caso
es el primero de una persona pública española que hemos conseguido encontrar,
lo que no ayuda a que otras víctimas se animen a hablar de su experiencia ni a
superar el tabú.
"Nosotras
consideramos importantísimo que se diga públicamente. Incluso los testimonios
que se atreven a hablar a medios lo hacen con la cara tapada porque hay un
sentimiento de culpa en la propia mujer. No porque ellas sean culpables, por
supuesto, sino porque la sociedad las culpabiliza", explica Tina Alarcón,
presidenta de CAVAS, el Centro de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales.
Alarcón explica que las mujeres que se atreven a denunciar son casi siempre
cuestionadas: "En los interrogatorios, por ejemplo, se duda todo el rato
de si dicen la verdad o no. Que haya mujeres que lo empiecen a decir es
fundamental, ayuda a que otras mujeres denuncien”.
El
silencio en torno a este tema llega hasta los números. El último informe del
Ministerio del Interior, con datos de 2013, dice que en España se denunciaron
1.298 violaciones, lo que supone una cada siete horas. Pero la cifra de
agresiones sexuales es mucho mayor: primero porque ese número solo incluye
“agresiones con penetración” y deja fuera el resto de tipos de violencia
sexual. Pero, sobre todo, porque esos son solo los casos en los que las
agredidas acuden a denunciar. Los casos que se mantienen ocultos son muchos más
y difíciles de cuantificar.
En
Estados Unidos sí encontramos casos de mujeres famosas que se han atrevido a
denunciar una violación públicamente, aunque tampoco muchos. Entre ellos está
el testimonio de Madonna, que hace poco más de dos años reveló en una
entrevista en Harper’s Bazaar que en su primer año en Nueva York, antes de ser
una cantante famosa, la violaron amenazándola con un cuchillo. También han
hablado de ello Lady Gaga, Pamela Anderson y Oprah Winfrey. Una lista que
parece muy corta si tenemos en cuenta que, según los datos de ONU Mujeres, una
de cada cinco mujeres se convertirá en víctima de violación o intento de
violación en el transcurso de su vida.