martes, 1 de septiembre de 2015

Egeria, la primera escritora española.

"Desde este lugar, señoras mías, luz de mi vida, mientras despacho estas letras a vuestra caridad...", de esta manera comenzaba sus cartas Egeria, dando cuenta de su viaje a sus compañeras de retiro. Por aquel entonces, aproximadamente el año 380 después de Cristo, parte de Galicia, de su comunidad de mujeres (por entonces no existían "monjas" como ahora las conocemos), para recorrer el mundo que abarcaba el agonizante imperio romano. La primera escritora española de nombre conocido cuya obra, un libro de viajes, ha llegado hasta nosotras.


Madura, rica, culta, lista y aventurera. Comienza sus troterías a lomos de su cabalgadura, rodeada de un nutrido séquito y con el viaje perfectamente organizado a través de las antiguas escrituras, poniéndole nombre a los espacios y dándoles significado. El monte Nebo (donde supuso que Abraham murió después de ver la tierra prometida), el mar Rojo, el río Éufrates y el Tigris, el desierto de Sinaí, Jerusalén, el valle de Haran, el río Jordán, la Capadocia...

En aquel lejano tiempo, un importante número de mujeres recorría el mundo como peregrinas entre santos, soldados y pícaros: la diaconisa Marthana, la noble Melania, la ilustrada Paula... Y fundaban monasterios, abrían hospederías o escribían cartas; se reconocían y abrazaban cuando se cruzaban sus caminos. Curiosas, andariegas, animosas, mujeres fuertes de la Biblia, llevadas por su deseo de civilizar un mundo y ordenarlo.

"Ahora bien, si después de eso sigo con vida, si puedo llegar a conocer otros lugares, yo misma en persona os lo haré conocer por mis misivas. Por vuestra partes, señoras mías, luz de mi vida, dignaos tenerme en vuestra memoria, tanto si continúo dentro de mi cuerpo como si, al fin, lo hubiese abandonado"

Del libro: El viaje de Egeria.