Mary Anning (Lyme Regis, 21 de mayo de 1799 – 9 de marzo de
1847) fue una paleontóloga, coleccionista y comerciante de fósiles inglesa,
conocida en todo el mundo por los numerosos hallazgos de importancia que
realizó en los lechos marinos del período Jurásico en Lyme Regis, donde vivía.
Mary venía de una familia de clase baja, lo cual, sumado a
que era una mujer, hizo que se dificultara enormemente su entrada en el mundo
de la ciencia. La Sociedad Geológica de Londres nunca la admitió entre sus
miembros y siempre se la tomó como a una intrusa. De hecho, si hubiera formado
parte de la comunidad científica, probablemente tendríamos mucha más
información sobre sus descubrimientos, ya que, en ocasiones, los paleontólogos
publicaban estudios a base de los fósiles que ella encontraba sin ni siquiera
mencionarla. Uno de los mejores amigos de Mary escribió una vez: "Mary
dice que el mundo la ha utilizado hasta la saciedad... estos hombres de ciencia
han chupado su cerebro, y han sacado un gran partido publicando obras de las
cuales ella elaboró los contenidos, recibiendo nada a cambio".
Plesiosaurus |
Pero la importancia de Mary Anning en la historia de la
ciencia va mucho más allá que el simple descubrimiento de simples especies: Las
pruebas paleontológicas que aportó fueron uno de los mayores apoyos a la teoría
de la extinción de las especies, un elemento indispensable en la teoría de la
evolución por selección natural. En aquella época aún algunos pensaban que
ninguna especie se había extinguido. Aunque científicos como Cuvier ya habían
comentado que ciertos mamíferos como el mamut, habían desaparecido, muchos
otros pensaban que esos animales seguían existiendo en zonas inexploradas del
planeta (ya que, para ellos, la desaparición natural de una especie creada por
Dios era una muestra de imperfección).
También fue una de las fundadoras de la ciencia geológica
que hoy conocemos como paleontología, demostrando que se podía estudiar la
historia de los seres vivos mediante pruebas fósiles. El análisis de la
cronología de la tierra a partir de pruebas geológicas y paleontológicas sufrió
un momento de auge gracias a muchos de sus descubrimientos.
A los 47 años de edad, murió de cáncer de mama, dejando tras
de sí un legado inolvidable.