jueves, 3 de septiembre de 2015

Paula y su hija Eustaquia

La matrona y viuda romana Paula, junto a su virgen hija Eustaquia, describieron en cartas a su amiga Marcela su peregrinaje en el siglo IV a los santos lugares de África e Israel, antes de asentarse en Belén para el resto de sus vidas. Convivieron con San Jerónimo, al que financiaron para que pudiera traducir la Biblia al latín vulgar. Las pinturas que representan al santo suelen olvidar a sus benefactoras, pero existe un cuadro de Zurbarán en el que sí aparecen, quizá porque Sor Juana Inés de la Cruz, dueña de la obra, lo encargara expresamente.


Las críticas políticas en forma de pastoral cristiana que escribió Paula, clamando contra la injusticia y las desigualdades de su época, son comparables en estilo a los escritos de Karl Marx o Simone Weil, y la forma en que se sitúa como mujer al margen de las estructuras de poder, bien nos recuerdan a Hannah Arendt. 

Fuente: Andando el Mundo. 2005.