lunes, 10 de agosto de 2015

Hélène Cixous

Su madre Eva y su abuela Omi nacen en Alemania y emigran a Argelia ante la intolerancia hacia la gente judía. Son creadoras incansables de estrategias para la vida. Nos cuenta Hélène: "Mi madre, la trabajadora que cada vez rehacía un nido incluso en le exilio, en la bifurcación misma del exilio."

Su padre, judío argelino de orígenes españoles, muere cuando Hélène tiene once años. Ella siente una orfandad definitiva en su vida, un corte que la separa de "los otros", los árabes nacidos como ella en Argelia. En sus textos, que ella llama ficciones, describe la violencia colonial hacia los árabes y la opresión sobre la comunidad judía argelina a la que pertenecía su familia.

Vive con dolor el doble rechazo que recibe su madre como mujer viuda y extranjera, pero Eva no lo ve así: realiza estudios de comadrona -"le quitan su árbol y ella da un salto y pasa a la copa del árbol de al lado"- y crea una Clínica de obstetricia en el barrio más pobre de Oran en la cual ayuda a traer al mundo trescientos o cuatrocientos bebés argelinos al año. A los catorce años Hélène ayuda a su madre en el cuidado de estos nacimientos a la vida, pero Argelia no la deja entrar a ella en su vida: "Lo más insoportable es que nos asaltaban los mismos seres que deseábamos querer, de los que estábamos lamentablemente enamorados, a los que nos unían todos los parentescos de destino, de memoria, de tacto, de gusto quería estar de parte de ellos, pero éste era un deseo sólo por mi parte..."

A los dieciocho años se casa y viaja a París. En los diez años siguientes tiene tres hijos, uno de ellos muere en 1960, hace su tesis sobre Joyce, conoce a Jacques Derrida, trabaja dos años con Lacan, es profesora en la Universidad de Sorbona y se divorcia.

En el año 1974 crea el primer Doctorado de Estudios Femeninos de Europa. En 1971 Eva su madre y Omi su abuela, después de acabada la guerra de independencia, son finalmente expulsadas de Argelia y se trasladan a vivir a París, muy cerca de Héléne.

Todavía reside en Francia. Allí empezó a publicar textos narrativos, ensayos y obras de teatro. Ha publicado más de cincuenta libros. Ha recibido premios y honores en todo el mundo, desde Brasil a Estados Unidos; es reconocida en veinte idiomas. Su amista con Derrida permanece.

Después de una intensa vida humana e intelectual, ella piensa que sigue siendo inseparárabe.

Del libro: Las ensoñaciones de la mujer salvaje.