Rosalind Franklin nació en Londres el 25 de julio de 1920,
la segunda de cinco hijos en una familia judía. Siempre había
demostrado una aptitud temprana para las matemáticas y la ciencia y un don para
los idiomas. Después de escuchar a Einstein en una de sus conferencias decide
graduarse en Químicas por la Universidad de Cambridge. Los años de Universidad
de Rosalind Franklin estuvieron marcados por la Segunda Guerra Mundial. Cuando
acabó sus estudios pasó tres años muy productivos en París en el Laboratoire de
Services Chimiques, donde aprende y desarrolla técnicas tan innovadoras como
relevantes para su futuro, entre las que destacan las de difracción de rayos X.
En 1951, regresó a Inglaterra para trabajar como
investigadora asociada en el laboratorio de John Randall en el King's College
de Londres. Era la gran oportunidad de aplicar sus conocimientos a la biología. Una
mujer de personalidad fuerte, mantuvo aquí una relación compleja con Maurice
Wilkins, quien había sido el primero en reconocer los ácidos nucleicos y no
estaba dispuesto a que ella fuese su competencia. En ese momento se conocía la
forma deshidratada de la molécula, la que no sugería una forma helicoidal.
Franklin se concentró primero en interpretar los patrones de difracción
utilizando las laboriosas fórmulas de Patterson y consiguió sus objetivos: Rosalind
Franklin pulverizó los argumentos de todos sus colegas. La cantidad de agua en
el modelo no correspondía al de los estudios de difracción. En 1952 consigue
con el difractómetro de rayos X, fotografiar la cara B del ADN hidratado, la
famosa Foto 51, la columna vertebral del ADN.
Fotografía 51 |
Maurice Wilkins mostró sin su permiso sus imágenes de
difracción de rayos X del ADN a James Watson y Francis Crick. Ninguna otra
inspiración fue tan fuerte como ésta para la publicación por ellos, en 1953, de
la estructura del ADN, tal como ellos mismos reconocieron. En febrero de 1953,
a la edad de 33 años, Rosalind escribió en sus notas de trabajo "la
estructura del ADN tiene dos cadenas". Para ese entonces, ella también
sabía que la molécula del ADN tiene sus grupos fosfato hacia afuera y que
existe en dos formas.
La vida de Rosalind Franklin fue tan corta como
protagonista. Siendo mujer, científica y judía, tuvo que soportar el desprecio
de otros científicos, ver como su trabajo fue discriminado. Su misógino jefe
fue capaz tacharla de «conflictiva» y «poco femenina» pero no dudó un momento
en robarle su trabajo sobre el cual orientó y logró armar un informe con la
información genética y los resultados de Rosalind.
El espíritu luchador de esta «heroína olvidada» llamada
Rosalind Franklin, le permitió seguir investigando y gracias a ello lideró
varios trabajos pioneros relacionados con el virus del mosaico de tabaco y el
virus de la polio.
Franklin falleció en 1958 en Londres, a los 37 años, a causa
de bronconeumonía, carcinomatosis secundaria y cáncer de ovario. Es posible que
esta enfermedad fuese causada por las repetidas exposiciones a la radiación
durante sus investigaciones.
Su fotografía de difracción de Rayos X (Fotografía 51)
proporcionó a Watson y Crick una de las últimas claves que necesitaban para
construir el modelo molecular del ADN. Cuando estos, juntamente con Maurice
Wilkins recibieron el premio Nobel en 1962, Franklin ya había fallecido, pero
en ese momento ninguno de los tres incluyó reconocimiento a su trabajo.
Premios Nobel de 1962 |
Fue el libro de Watson “La doble hélice”, publicado en 1968,
el revulsivo para el redescubrimiento de la figura de Rosalind Franklin. En
este, a pesar de que reconocía la importancia de Franklin para el
descubrimiento de la estructura del ADN, se hacía una descripción tan
despectiva de Rosalind Franklin que hizo nacer un fuerte sentimiento
reivindicativo de su persona y de su calidad científica entre los que la conocieron.